martes, 11 de noviembre de 2008

Marco teórico y Desarrollo del tema


De forma de analizar más este fenómeno, examinaremos las definiciones de la anorexia y la bulimia con la cual vamos a trabajar desde los lineamientos propuestos por el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, versión IV.
La anorexia y la bulimia son trastornos psiquiátricos de etiología desconocida. Se trata de síndromes multi-determinados, en los que interactúan factores biológicos, psicológicos, familiares y culturales para producir estos trastornos.
La Anorexia Nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria, caracterizado por un rechazo a mantener el peso corporal por encima del valor normal correspondiente a la edad y talla del sujeto, y por un miedo intenso a engordar. Generalmente, el comienzo de este trastorno se ubica entre la adolescencia y la adultez temprana, siendo la edad promedio de 17 años. Afecta a mujeres en el 95 % de los casos. Su incidencia ha aumentado en las últimas décadas por presiones socioculturales que exaltan la delgadez como ideal de belleza. Por lo tanto, la edad de comienzo ha bajado, hay casos que empiezan desde los 12 años en adelante. Se la considera una de las enfermedades psiquiátricas más resistentes al tratamiento. Su curso es variable, la enfermedad puede presentarse como un episodio único, con recuperación posterior del peso normal, o en forma de varios episodios con tendencia a la cronicidad. Un curso progresivo hasta la muerte se da en un escaso porcentaje de casos.

La Bulimia Nerviosa se caracteriza por episodios de voracidad o atracones y por los métodos compensatorios inadecuados, para evitar el aumento de peso. La autoevaluación y la autoestima personal del paciente se encuentran excesivamente influidas por su forma como por su peso corporal. El bulímico habitualmente se siente avergonzado e intenta ocultar sus síntomas, tratando de que pasen desapercibidos. El atracón puede o no ser planificado. Usualmente comienza en la adolescencia tardía o en la adultez temprana. El curso tiende a ser crónico o intermitente con períodos de remisión que alternan con recurrencia de episodios de atracones.

Ante ese miedo paralizante a engordar, la única meta de estas pacientes es continuar adelgazando, quedando relegados a un segundo plano todos los demás aspectos de la vida. Los siguientes son algunas características relevantes que nos permiten poder identificar una anorexia:
-pérdida de peso entre un 25% y un 15 % del peso ideal o esperado.
-miedo intenso a ganar peso o a engordar incluso a pesar del peso excesivamente bajo
-trastornos en la forma de percibir el propio cuerpo, su peso, tamaño o forma, de manera que la persona se siente gorda
-en mujeres, amenorrea primaria o secundaria durante al menos tres períodos consecutivos.
–ausencia de enfermedad orgánica para justificar la excesiva pérdida de peso
-ejercicio ritualizado e intensos
-negación del hambre, la fatiga o la emaciación.
-una obsesión marcada por adelgazar
-negación o minimización de la gravedad de la enfermedad
-resistencia o desinterés habitual por efectuar algún tipo de tratamiento
-pueden provocarse el vómito o emplear laxantes o diuréticos

Y estas son algunas características que nos permiten identificar una bulimia:
-miedo patológico a engordar
-ingesta episódica de grandes cantidades de alimentos de una forma compulsiva, seguidos de la provocación del vómito, con o sin ingestión de laxantes
-miedo a no poder parar de comer voluntariamente
-alimentos preferidos ricos en carbohidratos
-mantienen en secreto la secuencia comida-vómito, de manera que a menudo las familias y los amigos no la conocen.
-alto índice de abuso del alcohol y las drogas.
-tendencia mayor a la depresión y al riesgo de suicidio

Al no existir un tratamiento específico para la anorexia nerviosa ni para la bulimia, es necesario que el profesional de la salud (ya sea un psicólogo, un médico o un psiquiatra) establezca desde un comienzo un buen rapport y un cuadro de trabajo tranquilo con los pacientes que padecen estos trastornos. Esto es necesario porque ese intenso sentimiento y temor a engordar, más las alteraciones de la percepción corporal, hacen que estos individuos sean reticentes a seguir cualquier tipo de tratamiento.

Consideramos a la anorexia y la bulimia como síndromes ligados a la cultura. Un síndrome ligado a la cultura es una constelación de signos o síntomas, categorizada como una disfunción o enfermedad, que está restringida a ciertas culturas. Esta definición, tomada del autor Prince (1985), implica que el desorden no puede ser comprendido aislado de su contexto cultural específico. Esta ligazón de la cultura y estas enfermedades cobran mayor relevancia hoy en día por la creciente evolución de la informática. Las redes sociales informáticas están jugando un papel muy importante, y se puede observar esto desde dos polos opuestos: las personas que padecen estas enfermedades pueden pedir ayudar más rápidamente, o todo lo contraria, pueden buscar adeptos que justifiquen sus conductas autodestructivas.

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy buen trabajo, claro y concreto desarrollo sobre un tema que crece en preocupacion a nivel social, felicitaciones.