martes, 11 de noviembre de 2008

Teniendo en cuenta lo planteado por Freud en el artículo “Psicología de las masas y análisis del yo” los miembros de una masa se encuentran unidos porque han colocado un mismo objeto en el lugar del Ideal del Yo. Este objeto lo podemos representar con un ideal, que en el caso de esta investigación, podríamos pensar que es el ideal es el de tener un cuerpo “delgado” aún cuando el poco peso que posean ponga en riesgo su integridad física.
Creemos que los usuarios de este tipo de redes sociales forman comunidades virtuales en las que se sienten contenidos por otros miembros que están atravesando por la misma enfermedad, aunque ellos no lo consideran como tal. Se trasmiten información acerca de cómo ocultar su trastorno alimentario, cómo bajar de peso con mucha rapidez y también exponen fotos de modelos muy delgadas. Se puede pensar que estos grupos actúan como verdaderos espacios de contención emocional ya que cuentan anécdotas en las que se sintieron “incomodados” por la preocupación de sus padres o alguna consulta al médico. Una palabra que se repite en muchos sitios es la “incomprensión” que experimentan, parecería que este sentimiento es aquello que los une porque entre los usuarios de las redes “se entienden”, como ejemplo de este encontramos los términos “ana” y “mia” para referirse a la anorexia y a la bulimia respectivamente.
Retomando las ideas de Freud y teniendo en cuenta que entre los jóvenes que utilizan estas redes de Internet se denominan “princesas” los sitios que visitan y en los que se pueden expresar porque sí son comprendidos serían sus ”reinos”. Y es en este sentido que la definición de reino que se aplica al ámbito de la biología, en la que un reino es cada una de las grandes subdivisiones en que se hallan repartidos los seres vivos por sus características comunes, las redes sociales serían sus “reinos” en los que los jóvenes se agrupan para compartir sus dietas para perder peso, realizar carreras en las que gana quien pesa menos, transmitir ideas para ocultar su enfermedad y contarse experiencias sobre distintas etapas que atraviesan en su sufrimiento. La pertenencia a estos “reinos” posee características particulares porque los nombres que utilizan para expresarse en la redes sociales no serían sus verdaderos nombres por lo que nos surge el interrogante ¿se manifiestan desde el anonimato? Recorriendo otros sitios de Internet observamos que el denominarse de un modo que no es mismo por el que son reconocidos en las otras esferas de su vida parecería ser una particularidad de los usuarios de las redes desarrolladas por la tecnología Web 2.0. Por lo que consideramos que quizás se construye como una especie de identidad con la que se expresan en el reino de ana y mia. Esta identidad parecería ser “ANA” y “MIA” consideradas como personas, hay frases que dicen “Mis padres van a descubrir a ana” nos preguntamos: ¿quién es ana?, ¿quién es mia?, ¿quiénes son las princesas?. Creemos que la elección de los términos Ana y Mia para denominar a la anorexia y la bulimia es el correlato de esta “construcción” de identidad que se realiza en los usuarios de las redes sociales, ya que son nombres propios femeninos. Ana y Mia parecerían cobrar una entidad de persona en la red, en la cual se refugian muchos jóvenes.

Anorexia y bulimia, dos trastornos alimentarios que siempre existieron, ahora podríamos decir que se potencian a través de la red. El discurso de ana y mia parecería estar instalado en la red, ya sea con seguidores que están “a favor” o “en contra” de la enfermedad. Este lugar en la red tiene características diferentes al que posee en la sociedad, porque no existen en la actualidad asociaciones que promuevan la anorexia y la bulimia como “estilos de vida” (porque ana y mia no son enfermedades para los usuarios de estas redes). Y en este sentido que posean un sitio virtual las hace llegar a más personas en distintos lugares del mundo en forma inmediata. Tener un lugar en la red no debería ser juzgado peyorativamente consideramos que tienen el mismo status que si tendrían un espacio físico en donde se juntarían. A través de la red se “habita un espacio”, hay un encuentro con “un otro’’mediado por la tecnología. Es decir, lo virtual actúa, no está sobre lo real, sino que está en el orden de la “mediación”, es una herramienta construida en sentido vigotskiano. Lo que antes era vivido en soledad y en privado, como el caso de ana y mía, ahora es compartido y público.

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